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¿Todos los perros por el hecho de ser perros tienen las mismas preferencias? ¿Cómo podemos reconocerlas?

No todos los perros tienen las mismas necesidades y preferencias por el hecho de pertenecer a la misma especie animal. Para poder reconocer estas necesidades y preferencias debemos tener conocimiento de los aspectos fisiológicos y conductuales del perro y, para ello, considerar los siguientes puntos:

1.-  Raza: existen diferencias conductuales, fisiológicas, genotípicas y fenotípicas entre las distintas razas de perros. Todo lo anterior influye en su comportamiento y, por ende, en las necesidades y requerimientos del individuo. Razas que son más cercanas al lobo como las asiáticas por, ejemplo, el Alaskan Malamute, no tienen la misma motivación por el juego que una raza perteneciente al grupo VIII, por ejemplo, un Golden Retriever, que tiene un comportamiento juvenil y mucho más lúdico. Hay grupos de razas que tienen mayor predisposición a expresar alteraciones conductuales debido a manejos inadecuados en la crianza, por ejemplo, razas del grupo II como el Bulldog Ingles y el Schnauzer presentan una elevada probabilidad de expresar agresividad respecto a otras razas. El grupo VIII por ejemplo tiene mayor predisposición a generar trastornos ansiosos. Razas más grandes requieren de mayor espacio, razas más activas conductualmente como el Beagle, por ejemplo, requieren de mayor manejo de Enriquecimiento ambiental y de tiempo destinado a paseos para generar un gasto efectivo de energía.

2.- Género y estado reproductivo: existen diferencias entre una hembra gestante, por ejemplo, que necesita una alimentación especial, una rutina diferente con menor nivel de estrés, menos intensidad de ejercicio físico, versus una hembra canina entera joven más activa o que va a entrar en celo, por lo que está más inquieta de lo normal. O bien, un macho entero que necesita destinar tiempo diario para marcaje territorial durante el paseo.

3.- Edad: un perro adulto mayor con enfermedad en sus caderas que siente frecuentemente dolor es poco activo y pasa muchas horas al día descansando y requiriendo de un ambiente tranquilo es completamente diferente a un cachorro que es muy activo, saludable y necesita procesar información y gastar mucha energía al día.

4.- Procedencia y experiencias previas: un cachorro que estuvo siempre confinado en el patio y que sale por primera vez a la calle a los 6 meses requerirá de un manejo totalmente diferente que un cachorro estable bien socializado desde un principio. Un perro que ha sido maltratado en la calle o por los antiguos dueños también tendrá necesidades distintas.

5.- Temperamento: hay perros más dóciles al interactuar que otros que tienen un temperamento predominantemente dominante y algunas veces desafiante, los cuales necesitarán de un manejo adecuado por parte del dueño y no cualquier persona aplica para ello.

6.- Grado de socialización y tipo de crianza previa que tenga. Perros adultos que tuvieron malas experiencias a lo largo de su vida, o bien, que tuvieron una socialización insuficiente en su periodo crítico de socialización (que ocurre entre los 21 días de vida y los 3 meses), tienen mayor probabilidad de expresar agresividad en cualquier momento.

7.- Fisiología y estado de salud física: hay individuos que liberan más cortisol (hormona del estrés) que otros, es decir, son más estresables o ansiosos, por lo tanto, necesitarán de manejos especiales como vivir en un ambiente más tranquilo, dueños más tranquilos, terapia conductual para tratar la ansiedad, etc.  Una enfermedad influye también en las necesidades y preferencias; un perro con problemas en su movilidad es distinto a un perro joven y saludable. Un perro epiléptico necesita vivir en un lugar tranquilo sin acceso a estímulos estresantes, requiere de ser medicado de por vida, etc.

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Gracias! ☺

Magdalena Prieto Vivanco

Médico Veterinario (RCMV: 3897)
Diplomada en Etología Clínica de Animales de Compañía
Diplomada en Adiestramiento Canino
Monitor de Educación Canina
Terapeuta Floral de Bach Para Mascotas
Entrenador Canino Profesional Certificado por APDT CHILE, futura IAABC Chile