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Miedo, Ansiedad y Estrés (MAE)

 

 

 

MAE

 

El Miedo, la Ansiedad y el Estrés (MAE) son tres elementos fundamentales considerados en el Sistema Fear Free® Pets para el manejo de los animales, tanto, en clínicas veterinarias, como, en refugios, peluquerías, guarderías, hogares, entre otros.

 

La consideración y consecuente conocimiento sobre el estado emocional de los animales en los diferentes escenarios de la vida diaria es un deber para todos los profesionales que nos dedicamos al cuidado de ellos incluyendo también a los tenedores o tutores.

 

A continuación entregaremos una definición de cada concepto para mayor entendimiento de lo que significa experimentarlos:

 

El miedo corresponde a una emoción primaria transversal a todos los animales, humanos y no humanos. Es una emoción negativa, desagradable, que está causada por una sensación de peligro que puede ser real o ficticio, situado en el presente, en el futuro o en el pasado (producto de aprendizajes aversivos asociativos previos). Desde el punto de vista biológico el miedo es un mecanismo adaptativo que permite la supervivencia a través de la consecuente emisión de respuestas motoras para este eficaz fin (congelarse, escapar, defenderse). Desde la perspectiva de la neurología el miedo se relaciona al sistema límbico. El sistema límbico ha sido considerado inicialmente como sede de las emociones, también relacionado con la memoria y con el aprendizaje; sus componentes son la amígdala, tálamo, hipotálamo, hipófisis, hipocampo, área septal (fórnix, cuerpo calloso y fibras de asociación), corteza orbito frontal y circunvolución del síngulo. Los estímulos emocionales son registrados en la amígdala (que es la alarma del cerebro y generadora de respuesta emocional, memoria inconsciente emocional, reviviscencia física de experiencias previas). El cerebro capta la información proveniente desde le medio interno o externo del individuo, la envía al sistema límbico, elabora una respuesta básica, luego la envía de vuelta a los hemisferios cerebrales transformándose en complejas sensaciones específicas para cada contexto. Anatómicamente la amígdala se encuentra en el prosencéfalo (también llamado cerebro anterior). Otra definición del miedo es que es una respuesta emocional que incluye cambios fisiológicos y conductuales que aparecen cuando el individuo se enfrenta a un estímulo o a una situación amenazante. Se trata de una respuesta normal que facilita la adaptación y la supervivencia del individuo. Es un estado emocional de aversión, que consiste en respuestas psicológicas y psicofisiológicas a un peligro externo real. 

 

En los animales el estrés constituye una respuesta biológica adaptativa hacia estímulos nocivos físicos o psicológicos, que implican cambios neuroendocrinos, inmunológicos, fisiológicos y conductuales como consecuencia de la activación de los ejes hipotálamo-hipófisis-adrenal y el simpático-adreno-medular (Clinical Recognition Of Stress In Dogs And Cats, AMMVEPE Vol. 32, No. 1-3, Enero-Junio 2021). El estrés corresponde al conjunto de respuestas fisiológicas que ocurren en el organismo del individuo cuando se enfrenta a diversas demandas ambientales o “estresores” que gatillan inicialmente una respuesta emocional (miedo, alegría, rabia, etc.). Esta respuesta fisiológica permite la supervivencia, es una condición necesaria y normal que se produce en todos los seres vivos para poder lidiar con condiciones de demanda ambiental temporal. Todos los mamíferos frente a estímulos de demanda ambiental vamos a presentar niveles de cortisol aumentados; estas demandas ambientales pueden ser temporales y normales, por ejemplo, hacer ejercicio, situaciones emocionales, levantarse. También ocurre en condiciones fisiológicas que demandan un balance energético mayor en el cuerpo, mayor demanda energética, por ejemplo, la gestación, el celo, el parto, etc. En situaciones de estrés a lo largo del día es normal que cortisol suba. Lo esencial para que se gatille una reacción estrés, debe haber alguna demanda ambiental interna o externa captada por los órganos de los sentidos. Esta información es conducida vía nerviosa al sistema nervioso central, con una posterior estimulación de la médula de las glándulas adrenales, lo que genera la producción de noradrenalina (precursor de adrenalina) que se transforma en adrenalina (neurotransmisor propiamente tal). Esta adrenalina, es un neurotransmisor propio del sistema nervioso autónomo simpático y va a llegar vía circulación nuevamente al cerebro a una estructura cerca de amígdala, al hipotálamo, que reacciona a la adrenalina liberando factor liberador de adenocorticotrofina (CRH); ese factor viaja a la hipófisis anterior esta libera Adenocorticotrofina, que viaja sanguíneamente a las adrenales para estimular la corteza de la glándula adrenal, que, a su vez, responde liberando cortisol. Una vez que la hormona cortisol es liberada va a producir un efecto en todo el resto de los órganos del cuerpo del animal y va a preparar a los órganos para hacer frente a este desafío ambiental (estado de mayor demanda y utilización energética). Como necesito mayor energía, lo primero es tener mayor cantidad de oxígeno, por lo tanto, aumenta la frecuencia respiratoria, este oxigeno debe llegar a todas las células de mi cuerpo, necesito por lo tanto aumento de frecuencia cardiaca para mayor perfusión, también necesito combustible celular, glucosa, movilización de esta almacenada. Dilatación pupilar (midriasis), estado de alerta y atención al medio, aumenta presión sanguínea para que sangre llegue rápido a la periferia (vasoconstricción para que flujo se haga más turbulento y rápido). La musculatura recibe estos efectos. Todo esto aumenta mi capacidad metabólica para hacer frente a situación de mayor demanda energética. Esto ocurre muchas veces al día. Cuando la demanda ambiental o estresor cesa, lo que ocurre es un Feedback negativo: cuando suben los niveles de cortisol van a frenar los factores liberadores de ACTH  y CRH y finalmente para que cortisol baje a nivel basal, buscando estado de equilibrio energético llamado homeostasis. Este tipo de estrés normal que tiene un adecuado feedback negativo que conduce a un retorno de la normalidad fisiológica (homeostasis) es denominado Euestrés.

 

Un estrés crónico o Distrés, implica que el organismo no posee la capacidad de ejecutar un adecuado feedback negativo para reducir los niveles plasmáticos de cortisol, en este caso los niveles son sostenidos en el tiempo, hay un daño en la estructura de las células blancas a nivel sanguíneo, una condición dañina para la salud. En el hemograma se visualiza: neutrofilia leve, linfopenia, eosinopenia, monocitosis: estado de estrés crónico. Ocurre un desbalance de las células blancas que son las encargadas de la defensa, por lo tanto, sistema inmune no está funcionando adecuadamente y se torna propenso a las enfermedades. Estado de ansiedad constante. Aquí ocurren los comportamientos estereotipados para lidiar con la ansiedad. Sistema simpático activado, que otorga percepción o sensación de inseguridad, amenaza y temor frente a todos los estímulos, el individuo lo logra retornar en la homeostasis, está en un estado de alerta, intranquilidad, irritabilidad, amenaza y miedos permanentemente. Por ello, surge la necesidad de defenderse, de querer eliminar esa emoción. Por lo tanto, consecuentemente, la expresión fenotípica de ese estado emocional o de esa precepción es generar un comportamiento que lo ayude a salir de esa percepción de la situación. De manera casi involuntaria frente a muchos estímulos tengo pocos comportamientos que están destinados a deshacerse de la sensación desagradable: solo huir, esconderse/congelarse o agredir. El organismo indica que hay una situación amenazante para la vida, el cuerpo se prepara para sobrevivir, por ello, mis opciones comportamentales se restringen a esas 3 opciones, son repuestas prácticamente involuntarias, por activación del SN simpático. Estas 3 opciones son con completamente involuntarias o reflejas, donde media la supervivencia y, dependiendo de las características temperamentales y del aprendizaje a lo largo de su vida, elegirá una u otra.

 

La ansiedad es el estado emocional, involuntario, respondente a las presiones ambientales o psicológicas (ambiente externo o interno del individuo). La diferencia entre estrés y ansiedad es que la ansiedad corresponde al estado emocional del animal, a la precepción de ese contexto estimular, a la sensación que está sintiendo frente a esa activación fisiológica que es el patrón de activación en situaciones de estrés. Es un estado emocional involuntario que se produce en respuesta a presiones ambientales o psicológicas llamadas estresores. Ocurre frente a las mismas causas o estresores. Esta sensación emocional involuntaria está acompañada por la activación del sistema nervioso autónomo simpático que produce una condición fisiológica con aumento en la concentración de la hormona cortisol producido en la corteza suprarrenal, aumento frecuencia cardíaca, etc. cambios fisiológicos y cambios comportamentales: expresión corporal externa y cambios conductuales.

 

Puede pasar que individuos tengan niveles de ansiedad altos durante un determinado tiempo y no caer en estrés crónico y cuando caen en estrés crónico ahí efectivamente ya hay esa expresión en el leucograma, ya están expuestos a enfermedades.

 

Entonces, la ansiedad es la emoción, la sensación que le da la percepción al individuo de todo lo que lo rodea y el estrés crónico es la expresión orgánica de ese daño, de secuelas orgánicas que se dan en ambos casos por niveles de cortisol sostenidamente altos en el cuerpo, y activación del sistema nervioso simpático.

 

La ansiedad es un estado que uno lo puede ver reflejado claramente a través del lenguaje corporal del animal. Sin embargo, el estrés no, el estrés puedo medirlo en base al nivel de ansiedad, pero, tengo que medirlo finalmente determinando los niveles de cortisol ya sea en saliva, en fecas, en orina, en sangre. O combinar medir niveles de cortisol con frecuencia cardiaca (que también es un muy buen indicador de estrés).

 

Hay que tener claridad a la hora de evaluar la expresión fenotípica de una situación de ansiedad y cuando esta finalmente se hace patológica, la importancia es por qué el animal está en este estado de irritabilidad constante, temor constante, amenaza constante, etc.

 

La ansiedad generalizada consiste en una preocupación y una angustia excesivas y casi diarias relacionada con actividades y acontecimientos diversos. Existe una anticipación de peligros futuros, de fuentes desconocidas o imaginarias, que resultan en reacciones fisiológicas asociadas al miedo (hipervigilancia, hiperactividad autonómica, aumento de la actividad motora y tensión). En estos casos ningún desencadenante parece claro o evidente, el animal no logra relajarse y vivir una vida normal.

 

La gravedad o lo complicado de estar frente a un trastorno de ansiedad generalizado o de niveles de ansiedad constantemente altos sin caer en trastorno de ansiedad, es que las secuelas fisiológicas que implican un estado de irritabilidad contante, incomodidad constante, se tiñe el significado de todos los estímulos con los que se encuentre ese individuo, hay generalización inmediata a un montón de otros estímulos, los sistemas de aprendizaje benignos para desensibilizar, habituar y contracondicionar hacia apetitivo están bloqueados por esta sensación de irritabilidad y amenazas y tiempos de concentración bajísimos, todo es una presión que no pueden manejar, no responden comandos. Por ende, hay que primero bajar los niveles de irritabilidad ya sea con medicamentos en conjunto con cambios en las rutinas, mejorasen el ambiente, etc.

 

El Miedo, la Ansiedad y el Estrés (MAE) son tres elementos fundamentales considerados en el Sistema Fear Free® Pets para el manejo de los animales, tanto en clínicas veterinarias, como en refugios, peluquerías, guarderías, hogares, entre otros.

La consideración y consecuente conocimiento sobre el estado emocional de los animales en los diferentes escenarios de la vida diaria es un deber para todos los profesionales que nos dedicamos al cuidado de ellos incluyendo también a los tenedores o tutores de mascotas.

Estas tablas clasifican los signos (comportamiento) según los niveles de MAE que tiene el individuo frente a determinada situación en la que se encuentra.

Muchas veces no identificamos aquellos signos y trasgredimos los límites de su bienestar, exponiendo a nuestro animal a situaciones que lo pueden marcar para siempre en el plano emocional.

Es bueno conocer estas señales, muchas veces son casi imperceptibles, pero, a su vez nos dicen tanto, ya que ellos no pueden hablarnos.

 

 

 

 

 

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