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¿Cómo Preparar al Perro para la Llegada del Bebé?

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¿Por qué preparar al perro para la llegada del bebé?

 

Desde el punto de vista del perro, un bebé es la criatura más extraña que haya existido. Grita y se arrastra.  Hace sonidos suaves y balbucea. Huele raro. También consume la energía de sus devotos amos. Pasan las semanas, y el perro que antes era muy educado ahora se come los muebles. Ahí te encuentras tú, agobiado por los pañales, la comida y la falta de sueño. ¿Dejarás al perro en el patio todo el día? ¿Le pedirás a sus familiares que se lo lleven, aunque esto le rompa el corazón?

La clave está en prepararse. Es necesario decidir con antelación cómo cambiarán las rutinas del perro; una de las preocupaciones más grandes es quién llevará el perro a hacer ejercicio.

 

Los bebés y los perros pueden vivir en armonía, pero esto no sucede por casualidad.

 

Antes del nacimiento del bebé

 

8 semanas antes del nacimiento:

  • Practica con el perro sentado junto a la puerta, mientras sostienes una muñeca y dejas pasar a las visitas.
  • Empieza a pasear al perro llevando un coche para bebés.
  • Repasa las habilidades de obediencia del perro.

 

6 semanas antes del nacimiento:

  • Comunícate con los “pet sitters” (servicio de guardería a domicilio) y solicita el cuidado del perro mientras estás en el hospital.
  • Agrega los nombres de los “pet sitters” a tu lista de “Contactos del hospital”.
  • Pon el corral o parque de cachorros (zona asignada para tu perro) y las barreras de seguridad para bebés en los lugares apropiados.
  • Empieza la práctica del confinamiento. Pon al perro en el área de confinamiento por 10 a 15 minutos con un Kong® relleno o un hueso para masticar.

 

5 semanas antes del nacimiento:

  • Haz una lista de cuidados del perro para el “pet sitter” e incluye el nombre y el teléfono del veterinario.
  • Llama a los paseadores de perros y agenda entrevistas.
  • Dále al perro un Kong® relleno sobre su cama, y siéntase a leer un libro en la mecedora.

 

4 semanas antes del nacimiento:

  • Elije un paseador de perros y agrega su nombre a la lista de “Contactos del hospital”.
  • Completa la agenda de paseos del perro.
  • Pon una muñeca en la mecedora para bebés y practica con el perro la posición “Quieto” sobre su cama.

 

3 semanas antes del nacimiento:

  • Guarda las llaves de la casa en un lugar seguro para el “pet sitter” o asegúrate de que tenga un juego de llaves extra.
  • Escribe una lista de cuidados para el paseador de perros e indica donde debe dejarlo si tú no estarás en casa cuando regresen del paseo.
  • Pónte de acuerdo con el paseador de perros para entregarle las llaves de la casa y fija un periodo de prueba.

2 semanas antes del nacimiento:

  • En este punto, tal vez desees que el perro empiece sus rutinas de paseo con el paseador.
  • Los horarios son buenos para los bebés y los perros. Trata de adelantarte y practica la nueva rutina diaria y acostumbra al perro a recibir menos atención de su parte.

 

1 semana antes del nacimiento:

  • Respira profundo y relájate!!! que todo va a salir bien.

 

Dudas antes de la llegada del bebé

Pieza del bebé: ¿Permitirás que el perro entre a la habitación del bebé?

¿No? Entonces compra una barrera de seguridad para bebés para impedir el acceso del

perro a la habitación lo más pronto posible.

¿Sí? Elije un espacio seguro para el perro y pon una colchoneta o cama para perros ahí.                                 Refuerza la orden “Quieto” en ese lugar.

 

Sala de estar: ¿El perro tendrá permiso para subir a los sillones cuando llegue el bebé?

Si la respuesta es no, y el perro lo hace regularmente, haz el cambio ahora.

Si la respuesta es sí, ¿dónde estará el perro cuando tú estés en el sillón con el bebé?

Además, ten en cuenta donde guardarás los juguetes del bebé y del perro.

 

Habitación: ¿Permitirás que el perro duerma en su habitación?

¿No? Si lo hace hasta hoy, haz el cambio ahora.

¿Sí? ¿El perro estará en su propia cama?, ¿en la jaula? Haz el cambio ahora.

 

Cocina: ¿Permitirás que el perro esté en la cocina a la hora de la comida?

¿No? ¿Dónde estará?, ¿necesitará una barrera de seguridad para bebés?

¿Sí? ¿Dónde estará el perro y que estará haciendo?

 

 

Después del nacimiento

 

  • La primera regla de oro: Nunca dejes al bebé solo con el perro. Jamás. Los bebés están fuera de control. Sus pies patean, sus brazos se agitan, sus dedos atrapan, su cuerpo rueda. Estas acciones pueden asustar o dañar al perro, y no importa lo fantástico que sea tu perro junto al bebé, no es seguro dejarlos solos juntos.

 

  • Deja que el perro investigue al bebé, asegurándote de que el bebé esté bien arropado y protegido.

 

  • Creer que los perros sienten celos como lo hacen los humanos, es un mito, pero el perro ciertamente notará si está recibiendo menos cariño y atención, y puede construir asociaciones negativas con el bebé si cada vez que se acerca a él, alguien le grita “No, bájate, ándate”. Asegúrate de proporcionarle cariño al bebé y al perro al mismo tiempo: Alimenta al perro antes de alimentar al bebé, en la misma habitación o afuera. Haz contacto visual con él y felicítalo mientras lleva al bebé en brazos. Cada vez que compres un juguete para el bebé, compra un hueso de cuero prensado también. Pídele a las visitas que mimen al perro y al bebé por igual y que le entreguen recompensas.

 

Niños pequeños y pre adolescentes

Para los perros, los niños son muy distintos de los bebés. Gatean, botan comida y luego de pronto, caminan. Durante cada una de las diferentes etapas de desarrollo por las que pasará el niño, será necesario que refuerces las asociaciones positivas que has establecido entre el perro y el niño.

 

La regla de oro es más importante que nunca. Jamás dejes a un niño pequeño y a su perro, solos. Los niños son demasiado jóvenes para comprender como acariciar con cuidado, no importa cuán pacientemente se los expliques y demuestres. Estarás protegiéndolos a ambos, al niño y al perro. La cola agitándose de un perro amistoso puede derribar a un niño, y las uñas afiladas de unos dedos pequeños pueden herir la nariz y las orejas del perro.

 

Cuando el niño haya crecido lo suficiente como para aprender de su ejemplo, enséñale cómo tratar al perro. Los perros se asustan cuando les gritan en la cara, con los movimientos bruscos, cuando les tiran de la cola, las orejas o tocan la nariz, y siempre deben ser tratados con respeto y amabilidad. Toma tiempo perfeccionar estas habilidades. Recuerda que los niños no comprenden que los animales sienten dolor o que las mascotas son distintas a los peluches tiernos y peludos que pueden apretar y arrojar por el suelo. Enséñale al niño que jamás debe apretar o agarrar al perro, y que nunca debe acercarse a un perro que está comiendo o durmiendo.

 

 


 

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Tel.: 930908644

 

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Gracias! ☺

 

 

Magdalena Prieto Vivanco

Médico Veterinario (RCMV: 3897)
Diplomada en Etología Clínica de Animales de Compañía
Diplomada en Adiestramiento Canino
Monitor de Educación Canina
Terapeuta Floral de Bach Para Mascotas
Entrenador Canino Profesional Certificado por APDT Chile

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